Ficha del libro
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CASA DE SUNSET PLACE, LA
Autor/a:
JUAN MANUEL MARTÍN
Editorial:
RIL EDITORES
Plazo de entrega estimado:
Entre 3 y 5 días
Sinopsis
CASA DE SUNSET PLACE, LA. ¿Y si alguien hubiera encerrado a Hitler y sus discursos dentro de una botella? La imaginación de Vera, como la de tantas otras víctimas del Holocausto, hace un último intento de reconciliación con el mundo. Porque ella sobrevivió, y el dolor de vivir —con una identidad falsa y lejos de su familia— se parece mucho al de una muerte continua, que no cesa, que persigue.
La casa de Sunset Place es una novela y un refugio en la pequeña isla de Anderson, donde se relata cómo la muerte de una persona puede darle una segunda vida a otra, y cómo el ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor.
Juan Manuel Martín se adentra en uno de los episodios más terribles de la humanidad, pero evitando la lágrima fácil, aunque es imposible no emocionarse con el relato y la forma de contar.
«Las fichas del censo incorporaban determinados datos de la persona a la que se estaba incluyendo en él o dando de baja.
En este último caso se mencionaba la causa por la que el aludido dejaba de formar parte de la comunidad. Dos eran los términos más repetidos: ausgewi(e)sen y gestorben, que hacían referencia a situaciones a las que acabarían enfrentándose casi
todos los habitantes del gueto: deportado y fallecido. Entonces y ahora, cualquier observador sagaz se percataría de que los términos eran sinónimos, pues la deportación te conducía a una muerte casi segura».
«La única persona que estaba al tanto de mis avances era Adam, en parte porque sin su colaboración habría resultado imposible resolver las dudas sobre el periodo que los Seelig habían pasado en el gueto. Por suerte, los alemanes eran de una eficiencia inquietante y su burocracia había sido capaz de clasificar hasta el más insignificante trámite administrativo. Incluso cuando el brillante avance de las ofensivas militares comenzaba a dar muestras de agotamiento, los nazis habían conseguido seguir elaborando sus listas, ordenando sus archivos, dando al fin y al cabo una apariencia de normalidad a la singularidad del genocidio. A ello contribuyeron Rumkowski y sus colaboradores de la clase dirigente judía, ellos y su inusitada confianza en la perduración del gueto».